11 de abril de 2009
Las cifras, que se conocen recién ahora, cortan una tendencia histórica hacia la baja. El Ministerio de Salud lo atribuye a “un pico de enfermedades respiratorias” y la Sociedad de Pediatría, a “una crisis del sistema de salud”.
Por Pedro Lipcovich
La mortalidad infantil en la Argentina llegó al 13,3 por mil en 2007 –último año con cifras nacionales disponibles–, contra un 12,9 en 2006. El aumento corta una tendencia histórica hacia la baja, que sólo se había alterado luego de la crisis de 2001. Un incremento notorio se produjo en Chaco, donde la tasa pasó de 18,9 en 2006 a 21,2 en 2007. La provincia con mayor mortalidad infantil sigue siendo Formosa, con 22,9. En la provincia de Buenos Aires, la tasa se elevó de 12,5 a 13,6; en el conurbano llegó a 14,2 por mil. En la ciudad de Buenos Aires, pasó de 8,3 a 8,4 por mil. En Córdoba, subió de 11,6 a 12,7 por mil. El incremento ya había sido admitido por las autoridades sanitarias, pero no se habían publicado hasta ahora las cifras precisas. Según un representante del Ministerio de Salud, la suba se debería a “un pico de enfermedades respiratorias que se produce cada cuatro años”. En cambio, para un especialista de la Sociedad Argentina de Pediatría, “el aumento en la mortalidad infantil refleja una crisis social y una crisis del sistema de salud”.
La tasa de mortalidad infantil corresponde a la cantidad de defunciones de chicos menores de un año por cada mil chicos nacidos vivos. Para 2007, se contabilizan 700.792 nacimientos y 9300 defunciones, lo cual da una tasa de 13,3 por mil (según datos del Ministerio de Salud de la Nación, obtenidos del trabajo Salud materno-infanto-juvenil en cifras, publicado en estos días por la Sociedad Argentina de Pediatría y Unicef). En 2006, la cifra nacional había sido del 12,9 por ciento (datos publicados por el Ministerio de Salud).
Una parte importante del aumento es arrastrada por las cifras de la provincia de Buenos Aires, que concentra 263.343 nacimientos con 3590 defunciones: esto da una mortalidad del 13,6 por mil, y en 2006 había sido del 12,5 por mil. Si se toman sólo los “partidos del Gran Buenos Aires”, con 185.339 nacimientos y 2638 defunciones, la mortalidad se eleva al 14,2 por mil.
La mortalidad infantil aumentó en los siguientes distritos: la ciudad de Buenos Aires, donde de un 8,3 por mil en 2006 pasó al 8,4 por mil; en Córdoba subió de 11,6 a 12,7 por mil; en Santa Fe, de 11 a 11,6 por mil; en San Luis, de 12,8 a 15,7 por mil; en Salta, de 14,9 subió a 15,4 por mil; en Santiago del Estero pasó de 12,1 a 13,8; en Chaco, trepó desde 18,9 a 21,2 por mil; en La Pampa, de 10 a 11,8 por ciento; en Río Negro, de 9,3 a 9,8 por mil.
Y bajó en las siguientes provincias: Mendoza, donde pasó de 11,9 por mil en 2006 a 11,3 en 2007; Entre Ríos, de 12,6 a 11,9 por mil; Catamarca –aunque persistiendo en cifras elevadas– pasó de 15,4 a 14,9 por mil; La Rioja bajó a 12,9 por mil, desde 14,1 en 2006; San Juan, de 14 por mil bajó a 13,2; en Jujuy, la tasa, todavía muy alta, bajó de 17 a 15,2; Tucumán, de 13,5 a 12,9; Corrientes, de 17,5 a 15,6 por mil; Formosa, que tiene la mortalidad infantil más elevada del país, bajó al 22,9 por mil, desde el 24,2 en 2006; Misiones bajó del 17,1 al 14,6 por mil; Chubut bajó del 11,5 al 11 por mil; Neuquén bajó del 9,8 al 9,6 por mil; Santa Cruz, del 15,4 bajó al 12,9; Tierra del Fuego bajó a 10,2, desde el 10,9 por mil en 2006.
Históricamente, la mortalidad infantil fue bajando desde 25,6 por mil, en 1990, a 22,2 por mil en 1995; en 2000 llegó a 16,6, bajó a 16,3 por mil en 2001 para volver a subir, en 2002, hasta el 16,8 por mil; volvió a bajar en 2003, a 16,5 por mil; en 2004 cayó a 14,4 por mil, y a 13,3 por mil en 2005.
Aldo Marconetto, subsecretario de Salud Comunitaria del Ministerio de Salud de la Nación, atribuyó el incremento a que “cada tres o cuatro años se producen picos de enfermedades respiratorias como bronquiolitis y neumonía”; aseguró que la mortalidad infantil “fue tema de las últimas reuniones del CoFeSa (Consejo Federal de Salud)”; anticipó que “en cada provincia se constituirá una mesa para seguir la cuestión, con participación de distintas áreas”; anunció “un proyecto de capacitación para cien maternidades, desde mayo”, y destacó la estrategia de “detectar los embarazos de riesgo y hacer seguimiento de las embarazadas”.
Por su parte, Hugo Sverdloff, del comité de pediatría social de la Sociedad Argentina de Pediatría, señaló que “en cuanto a la mortalidad infantil neonatal, de los primeros 28 días de vida, se registró aumento en las enfermedades de origen infeccioso, lo cual puede atribuirse a una crisis en el sistema de atención de la salud; desde los 28 días hasta el año de vida,aumentaron las enfermedades respiratorias, lo cual tiene mucho que ver con las condiciones sociales de vida”. Para Sverdloff, el aumento en la mortalidad infantil “es preocupante: tendría que estar bajando, y mucho, en relación con lo que el país gasta en salud”.
En América, las menores tasas de mortalidad infantil se registraron en Cuba (7 por mil en 2006), Estados Unidos (8 por mil), Chile (9 por mil) y Uruguay (12 por mil). Austria y Dinamarca tienen el 5 por mil; Zambia, el 182 por mil.
Las estadísticas de 2008 debieran estar disponibles en julio, ya que, explicó Marconetto, “hacen falta seis meses para consolidar los datos: por ejemplo, chicos del conurbano fallecen en hospitales porteños y sólo con posterioridad puede referirse la defunción a su lugar de residencia”.
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