Publicó Crítica Digital
23 de julio de 2008
Según un estudio privado, la pobreza asciende a 31,6% de la población y hay 11,3 millones de personas en esa condición
A causa de la inflación, la pobreza volvió a pegar un salto durante los primeros seis meses del año. Según cálculos de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL) aumentó al 31,6% durante el primer semestre en relación al segundo semestre de 2007, cuando alcanzaba al 30,3% de la población. Así, 11,3 millones de personas se encuentran sumergidas bajo la línea de pobreza, 460 mil más que en diciembre pasado. Para el INDEC, en cambio, que toma como base la inflación de Guillermo Moreno, la situación es muy distinta: de acuerdo con los datos oficiales, la pobreza descendió al 20,7% de la población, y alcanza sólo a 7,3 millones de personas. Al subestimar la inflación, las cifras del INDEC ocultan a casi cuatro millones de pobres en el país.
“La subvaluación oficial de los precios de los alimentos y productos que integran la canasta básica es la respuesta de semejante diferencia”, explicó a Crítica de la Argentina Ernesto Kritz, autor del estudio. El director de SEL Consultores utiliza para medir la pobreza la misma metodología que el INDEC, pero en lugar de recurrir a las encuestas oficiales de precios, se basa en un relevamiento propio.
Como se considera pobres a quienes no alcanzan a cubrir con sus ingresos la llamada canasta básica total (CBT). La clave para conocer los niveles reales de pobreza en el país radica en conocer cuánto cuesta la mencionada canasta, que no sólo incluye alimentos sino también indumentaria y algunos servicios. Para el INDEC, la CBT para una familia tipo (matrimonio y dos hijos) costaba 988 pesos mientra que de acuerdo con el relevamiento de Kritz el costo de la misma superaba en junio los 1.345 pesos, un 36% más cara.
Durante la primera mitad del año, la canasta del SEL se incrementó un 13,6%, casi cinco veces más de lo que mostraron las estadísticas del INDEC dibujadas por el secretario de Comercio: en el mismo período registraron una suba de apenas 2,8 por ciento. Más aún, en el relevamiento privado, la canasta básica de alimentos se encareció 30,3% en el último año, frente a un modesto 5,7% computado por el organismo oficial.
Desde 2003, cuando la pobreza llegó al 54%, se observa una caída ininterrumpida en la que coninciden las mediciones públicas y privadas hasta el segundo semestre de 2006, cuando el 26,9% de la población era pobre. Desde entonces, los senderos se bifurcan gracias a la manipulación de Moreno de los índices de precios. En la estadística oficial, los salarios marchan por el ascensor y los precios por la escalera. Así, la baja en la pobreza continúa hasta llegar al 20,7% en diciembre pasado, el último dato difundido por el INDEC. “Nadie sabe cómo se elaboran los datos oficiales, los informes ni siquiera incluyen una nota metodológica”, dijo en su momento a este diario Cynthia Pok, ex directora de la Encuesta Permanente de Hogares, el área encargada de elaborar las cifras de pobreza en el INDEC. Pok fue desplaza por Moreno a mediados de 2007, cuando el instituto empezó a difundir los números truchos de la pobreza. La funcionaria se negó a convalidar esas mediciones, basadas en las canasta de alimentos de los acuerdos de precios, que sólo se cumplen en el papel.
Sobre la base de las mediciones privadas, las mejoras salariales de los últimos dos años no llegaron a compensar la aceleración de la inflación. Según la medición del SEL, durante el primer semestre de 2007 la pobreza aumentó al 28,3%, volvió a crecer en el segundo semestre al 30,3%, y durante la primera mitad de 2008, por tercera vez consecutiva, trepó al 31,6%. De otro modo: durante este año, 460 mil personas se sumergieron en la pobreza, mientras que desde principios del año pasado, más de 1,6 millones de personas cayeron en la miseria.
“No me animo a decir qué puede pasar el resto del año. Depende de cómo evolucionen la inflación y los ingresos. La tendencia muy favorable de fines de 2006 se revirtió en 2007 y lo que va de 2008 por la evolución de la inflación en alimentos, bienes y servicios”, dijo a este diario Kritz. Y advirtió que la baja de la pobreza pasa por la estabilización de los precios, “la política más progresista de inclusión social”.
miércoles, 23 de julio de 2008
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